"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de enero de 2005

Reseña del comentario de Jean-Louis Gault de la lección tercera del Seminario 17: El reverso del psicoanálisis, de Jacques Lacan, trabajada en el S.C.F. de Barcelona de Enero de 2005

  • Publicado en NODVS XIII, maig de 2005

Paraules clau

discurso, sinthome, goce, síntoma, ley

Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2004-2005
El reverso del psicoanálisis
Jacques Lacan

De lo que no se lee pero se goza

Jean-Louis Gault afirmó que, en esta Lección III, Lacan describe por primera vez la permutación singular con cuatro términos que realizan los cuatro discursos. La pretensión de Lacan es descubrir las leyes que dan sus condiciones al discurso analítico, experiencia vivida por dos individuos en un dispositivo muy cohercitivo. Designar el estatuto del psicoanalista, que hasta entonces se reproducían por imitación y que no se preguntaban qué es un analista, reduciendo la experiencia a la repetición de un encuadre, un ritual, la autoescuela.

La dominante de un discurso es aquello que lo ordena, desde donde se emite; lo rechazado es el objeto (a) que toda estructura comporta, lo que no se puede oír de la pulsión invocante, lo que no se puede ver de la pulsión escópica. En el discurso del Amo la dominante es la ley, S1, pero tiene dos sentidos: el derecho, los códigos y encuadres, por un lado, y la justicia, en nombre de la cual se hacen leyes, por el otro. Es ésta la intención de la ley, que a Lacan no le interesa, sí en cambio la estructura de la experiencia subjetiva por la ley del significante. En el discurso de la histérica la dominante es el síntoma, donde Lacan coloca al sujeto barrado $, preguntándose por las propiedades del lugar del discurso que permanece, más que por el elemento que pasa por el lugar. Así el lugar del síntoma permanece como lugar de la ley, S1 en los cuatro discursos. En el discurso del analista la dominante es el rechazo (a). Los elementos y los lugares son: Amo, saber, goce, sujeto y lugar del Otro, del deseo, de la pérdida, de la verdad.

J.A.Miller, en la clase dictada hacía dos días, que se refirió a este Seminario, describe lo que son las dos dimensiones del síntoma: lo que se lee del síntoma y lo que no se lee, lo que es sinthome. Al mismo tiempo, habría dos tipos de agujeros: el hueco, algo que se puede tapar, y el que forma la cuerda que hace el nudo., aludiendo a los dos cuerpos de la escritura: algo que se transforma en palabra y algo que no se lee, que se mantiene como rasgo unario, por el goce. L'aparole quiere decir el aparato signficante que estructura la relación del sujeto al Otro, en su goce, que no se transforma en palabra. El discurso sin palabras es una estructuración de la experiencia subjetiva que no se vehicula a través del sentido sino de un rasgo unario que se repite

En toda estructura hay la dimensión de imposibilidad, en tanto se mantienen ciertos enlaces.

La homeostasis del ser viviente es el conocimiento que el animal tiene de su ambiente. Para el sujeto del significante sometido a esas imposibilidades, situado debajo de la barra, el saber está en referencia a la escritura, el rasgo unario, el medio del goce, que en el ser vivo viene como plus respecto de la vida animal. Entonces el signficante, antes mortificador, con efecto de menos, ahora es la marca de la voluptuosidad.

Aparole significa aparato de goce, rasgo unario que no se lee pero que se goza. Es el quinto paradigma del goce, el goce discursivo, situado al inicio en la carne del ser hablante.

Lo que se espera de un analista es la operación a través del significante, allí donde estaba el goce debe venir el significante, en relación a la significación. Ahí donde estaba el acontecimiento del cuerpo debe advenir la verdad. Es también el síntoma concebido también como acontecimiento del cuerpo.

Rosalba Zaidel

"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de enero de 2005

NODVS XIII, maig de 2005

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