"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de abril de 2008

Reseña de la presentación de Miquel Bassols de las lecciones XXI y XXII del Seminario X, La angustia, en el S.C.F. de Barcelona de abril de 2008

  • Publicado en NODVS XXV, juliol de 2008

Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2007-2008
La angustia
Jacques Lacan

El ideal y el resto

Miquel Bassols señaló el recorrido de Lacan desde el objeto causa, la causalidad, hasta la cuestión del objeto anal en la neurosis obsesiva, en los capítulos XXI y XXII del Seminario, donde se toma el registro anal en el marco de estudio de "las formas del objeto a"

El objeto a no es un objeto dado de entrada, como en la versión freudiana, sino que es la forma del vacío que se recorta por los recorridos pulsionales, con el neologismo de la separtición fundamental, separación y partición del cuerpo. J.A.Miller señaló que no tiene imagen, no puede captase en una lógica del conocimiento subjetivo, porque el sujeto no lo percibe pegado a su cuerpo. Puede dibujarse en su perfil, por alusión, a través del lenguaje.

La reflexión heideggeriana: ¿qué es lo que hace que un objeto se constituya como tal?, el título irónico "El grifo de Piaget", lo que hace que un grifo se convierta en tal, se responde por algo que sólo el lenguaje podría dirimir y no la precepción. El objeto sólo será abordable a partir de una falta de representación, falta de una imagen perceptible, siendo la experiencia de la angustia lo que pone en conexión lo no representable, a través del lenguaje y en contacto directo con el cuerpo del sujeto.

"El objeto del deseo no es la causa del deseo", no es el objeto que nos representa como deseable, el objeto del deseo se presenta como un ideal pero no es lo que lo causa. Lo que se propone al deseo es un señuelo i(a), revestimiento del objeto como imagen narcisista que recubre la verdad del objeto causa del deseo. Ésta no es el ideal que el sujeto persigue, por ello la desidealización es traumática, dado que el objeto sólo es su propia falta. El analista está sosteniendo la causa que está detrás del deseo, cuando cada uno descubre que el objeto que causa su división no es lo que quiere.

El retorno como un resto del objeto-causa que no se representa en el ideal, retorna para hacerle presente al sujeto la división entre objeto-causa y objeto del deseo: el síntoma es manifestación del fracaso del ideal. En la clínica de la neurosis obsesiva, el sujeto no vive el síntoma hasta que se da cuenta de que funciona como un imperativo ($ = síntoma + a). El síntoma analítico es resultado de una sumatoria: el síntoma más la suposición de una causa. Suposición análoga a la del sujeto-supuesto-saber, la puerta enigmática que funciona según una equis a despejar, y paradójica porque "se llama desde adentro" para la entrada al análisis mediante la clave del objeto a. El deseo del analista permite esta entrada como operador pues la especificidad de la causa analítica, inaprensible desde el exterior, es puesta en juego por la creencia, dado que "sólo hay causa para un sujeto".

La etiología es el origen histórico del síntoma: es la causa que se aprehende sólo a posteriori. La lógica de la implicación (Si…entonces…) es el sentido imaginario del síntoma, la causa en lo simbólico es la sobredeterminación del síntoma, la causa más problemática es la que implica el consentimiento del sujeto que ha de atribuir esa causa al fenómeno, en el registro de lo real, o sea, no calculable. Al contrario, la ciencia se ocupa de las razones calculables après-coup mientras que la causa no es retroactiva como el significante ya que se sitúa como un agujero que queda rodeado por la sobredeterminación.

La referencia a Piaget y su teoría del pensamiento en el niño evidencia que algo se transmite más allá de la comprensión y el cálculo pues el objeto se constituye por un corte, como separación, pérdida del objeto que lo constituye en causa. El neurótico obsesivo nunca está seguro de haber cerrado el grifo porque hay una ley de la castración que no ha funcionado demasiado bien. Es necesario que el sujeto reconozca ese funcionamiento del grifo para que haya síntoma.

En el objeto anal se pone en juego la demanda del Otro, representado por la madre, donde lo que interesa es lo que sale del cuerpo. En un primer tiempo lógico la madre le pide que retenga el objeto y que lo reconozca como propio, en un segundo tiempo le pide que se separe de él. Desdoblamiento del objeto: la primera cara del objeto lo vincula con el (-φ) menos phi, parte significante, simbólica del objeto; la segunda cara, su vínculo con el objeto a, a un goce del cuerpo no representable por un significante, revés del objeto oral y origen anal del superyó.

Debajo del ideal del yo hay un objeto repugnante, lo que queda elidido es lo que causa al sujeto en su deseo, por debajo del ideal, de modo que el analista acompaña al sujeto en detectar aquello que esta allí debajo.

Rosalba Zaidel

"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de abril de 2008

NODVS XXV, juliol de 2008

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