Una reseña de la jornada clínica 2008 de la SCB

Reseña de la jornada clínica de la SCB del 20 de junio de 2008, momento de encuentro entre los docentes y los participantes para pensar en común el trabajo realizado durante el curso 07/08 en los Seminarios Clínicos

  • Publicado en NODVS XXV, juliol de 2008

El pasado 20 de junio tuvo lugar la jornada clínica de la SCB. Momento de encuentro entre los docentes y los participantes para pensar en común el trabajo realizado durante el curso 07/08. Teniendo para ello, como puntos de referencia principales, las producciones escritas que tomaron cuerpo en cada uno de los seminarios clínicos.

La primera intervención correspondió a los docentes que tuvieron a cargo los seminarios clínicos. Cada uno tomó la palabra para destacar los vectores que habían guiado el trabajo.

Hebe Tizio, a cargo del seminario "Del trastorno al síntoma", planteó la cuestión trabajada durante el mismo como un tránsito desde la noción de trastorno del DSM hacia la sintomatización. Así como un trabajo de esclarecimiento de las prácticas que en diferentes lugares se realizan. Durante el seminario, se buscó poder dar cuenta de ese trabajo, orientado por el horizonte del psicoanálisis puro.

Le siguió el turno a Estela Paskvan, de "Tipos de síntomas y síntoma singular". Comenzó señalando que en un apres coup, el recorrido del seminario acabó respondiendo al tema que fuera inicialmente propuesto. Esto es, a partir de las prácticas diversas, circunscribir en cada caso lo que aparecía como sintomático. Desde allí, un camino de ida hacia la formalización teórica y una vuelta al caso para ver cómo funcionaba ese síntoma en singular.

A continuación, Xavier Esqué de "Los nuevos síntomas", refirió la orientación del recorrido del trabajo al texto "Una fantasía" de J. A. Miller. Se tomó como signo de la época, la relación del sujeto con el goce, apareciendo esto como lo nuevo y no el síntoma en sí mismo. En una época que tiende a la homogenización por la vía del trastorno, segregando al sujeto al rechazar lo que este tiene para decir sobre su síntoma. Así, se busca producir lo que se echa a faltar: la creencia en el síntoma.

Finalmente, Vicente Palomera, "Del síntoma a la entrada al síntoma analítico". Resaltó la riqueza en la cantidad de casos presentados, contraponiéndolo a la experiencia de unos diez años atrás, en que más bien había una cierta falta de casuística. Mencionó cómo el trabajo de y en el seminario había llevado, a la hora de titular el escrito, a cambiar la propuesta original por "El síntoma, sus vueltas y recorridos". Este cambio es metáfora de un esfuerzo de sistematización en la lectura de cada caso para extraer sus líneas fundamentales así como signo de una elaboración sobre el propio recorrido del seminario. Su horizonte ha sido intentar formalizar un enunciado de partida: cuando uno se pone a escuchar el síntoma, algo pasa.

Luego de este comienzo que aunó presentación, recorrido y conclusiones del trabajo realizado en los diferentes espacios; intervinieron Lucía D'Angelo, Anna Aromí y Rosalba Zaidel en calidad de comentadoras-lectoras de las producciones escritas.

En primer lugar, se reconoció la labor de los colegas en la conducción. El movimiento de partir del caso, ir a la doctrina y volver al caso. Lucía D'Angelo mencionó que considera se ha producido un salto cualitativo, de un tiempo a esta parte; a nivel de la formalización, la clínica y la redacción plasmadas en los escritos.

También se retomó la importancia de la preocupación por la formalización de nuestra práctica sin olvidar los principios del psicoanálisis.

Hasta aquí una primera etapa de la jornada. A continuación tocó el turno de los participantes de tomar la palabra para hablar de "sus" recorridos. Este apartado podría titularse "Cómo lo hicimos".

Lo que primero surge, a la hora de ponerse a la tarea de la escritura, es la cuestión de cómo adaptar el trabajo al título propuesto. Antes bien, si es de eso de lo que se trata o el título también es producto del recorrido. Cómo hacer con los vericuetos del título. Por ejemplo, en el seminario de los nuevos síntoma. Ante la pregunta de qué es lo nuevo en los síntomas, y a partir del trabajo clínico conjunto; fracasa la demostración de la existencia de los nuevos síntomas. No es de eso de lo que se trata. Lo nuevo es crear el síntoma, operación que cambia al sujeto en su relación al goce.

La relación entre título y trabajo escrito no parece simple. Un título orienta, guía la tarea y por ello es necesario. Siempre y cuando, funcionando al modo de hipótesis, tenga la suficiente flexibilidad para dejarse retrabajar por los recorridos. En todos los casos, es lo que se constata que ocurrió. Al decir de Estela Paskvan, "lo propio del seminario, a diferencia del curso, es que los que nos ha atravesado es lo que no sabíamos".

La jornada prosiguió en un clima de debate e intercambio entre todos los asistentes.

Se continuó pensando sobre la preocupación compartida por cómo producir el síntoma en esta época de borramiento del mismo y del sujeto. Cómo ir de la clasificación clínica al uso singular del síntoma. Y de ahí a la particularidad de la clínica. Ejemplificó con un caso en que el síntoma soporta al sujeto y por lo mismo no debe ser tocado.

Lo que orienta la práctica es la repetición y el uso particular del síntoma, su funcionamiento para la economía de goce de un sujeto. La cuestión es, nuevamente, cómo formalizar esto. Es decir: por qué las prácticas tienen efectos. Cuáles son las operaciones que las sustentan. Este es parte del trabajo realizado este curso y a proseguir próximamente.

Surge casi al final una pregunta que relanza el trabajo de debate: cómo sostener un saber desde el psicoanálisis y cómo transmitirlo a la comunidad en general por fuera del psicoanálisis y que esto promueva transferencias?

En este momento de estadísticas y protocolos que proliferan en un desierto de clínica, el sujeto siempre va a acabar buscando quien lo escuche. Ante el exceso de sentidos unificantes, el síntoma es lo que resiste al sentido, la condición absoluta que no se reabsorbe en él.

Del lado del practicante, el buen lugar es aquel en donde se trata de un cierto saber hacer, que permite algún tratamiento del goce.

Llegado el momento de concluir, puede decirse que la Jornada Clínica de la SCB está instalada como lugar. Lugar donde el eje común de trabajo es lo que prevalece. Un trabajo que intenta formalizar nuestra práctica orientada por el psicoanálisis, para poder así, dar cuenta cabal de los efectos que produce.

Laura Lorenzón

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NODVS XXV, juliol de 2008

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