Referencia a La instancia de la letra o la razón según Freud. 

Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano el 21 de mayo de 2016, en la clase imaprtida por Domenico Consenza sobre las capítulos XXI, XXII y XXIII del seminario IV de Lacan, “La relación de objeto”

  • Publicado en NODVS XLVII, setembre de 2016

Resum

El siguiente trabajo es una referencia al poema de Victor Hugo, Boz dormido, el cual Lacan retoma en el capítulo XXII del libro 4 de sus seminarios. Dicha referencia está basada principalmente en el texto La instancia de la letra o la razón según Freud de Jaques Lacan en los Escritos. 

Paraules clau

Boz, metáfora, metonimia, complejo de castración, significante.

La Leyenda de los siglos es considerada la obra maestra poética de uno de los más importantes escritores del romanticismo francés, Victor Hugo. Quien al terminar de escribir su leyenda alrededor de 1859, declaró “Nunca he escrito nada tan bueno y nunca lo haré mejor”. Dicha obra contiene el poema de “Boz dormido”, en donde Victor Hugo se hace servir de un texto recogido en el Antiguo Testamento de la Biblia, en el Libro de Rut.

 

En el pasaje bíblico encontramos el relato de una mujer llamada Rut, originaria de Moab, quien queda viuda y emprende un viaje con su suegra Noemí, quien se había quedado también viuda y sin hijos. Por una sequía deciden marchar a Belén de Judá, de donde era Noemí, ya que ahí comenzaba la cosecha de cebada. 

 

El difunto esposo de Noemí tenía un pariente muy rico llamado Boz, dueño de los campos en donde Rut tiene suerte de ir a recoger espigas. Boz se muestra muy generoso con ella ya que se ha enterado de lo que ha hecho por su suegra. Incluso dice a sus servidores en secreto, que saquen algunas espigas de las gavillas y las dejen caer para que ella las recoja. 

 

Así entonces, luego de un día largo de trabajo en los campos de Boz, Rut regresa a reunirse con Noemi y lleva todo el alimento que ha recolectado. Noemí quiere conseguirle un lugar seguro y le da instrucciones precisas de qué hacer. Rut debe ir por la noche a la era en donde estará Boz durmiendo, destaparle los pies y recostarse en ellos. Luego él le indicará qué debe hacer. 

 

Así, a media noche Boz se levanta de sobresalto al ver a esta mujer sobre sus pies. Rut le explica que debe responder por ella y Boz le dice que hay otro pariente más cercano que él para cumplir esta función. A este pariente le pide que le compre toda la cosecha y que se case con ella. Él no acepta por lo tanto es Boz quien se termina casando con Rut, y quien llega a ser el bisabuelo del rey David.

 

Este es brevemente el relato de la historia de Boz y la moebita, en la cual Victor Hugo se inspira para escribir “Boz dormido”. Lacan analiza este poema para hablar principalmente sobre la metáfora. En el escrito de La instancia de la letra o la razón según Freud, sobre el cual me centraré para tomar esta referencia, encontramos las dos operaciones a las que da lugar lo simbólico, la metonimia y la metáfora. 

 

En cuanto a la metonimia, explica que es la función propiamente significante del lenguaje, la cual se apoya en la conexión de palabra a palabra. Señala que es la primera vertiente del campo en donde se constituye el significante y de esta manera es que el sentido coge ahí su lugar1. Luego nos introduce la otra vertiente, la metáfora, la cual se opone fundamentalmente a la metonimia, lo cual a su vez no quiere decir que una sea sin la otra. En términos freudianos, se podría decir: condensación-metáfora y desplazamiento-metonimia.  

 

En el Seminario IV hay una definición muy precisa de la metáfora, aquella función que procede empleando la cadena significante, no en su dimensión conectiva en la que se instala todo empleo metonímico, sino en su dimensión de sustitución2. Por lo tanto, lo esencial que se produce en la metáfora es la sustitución de un significante por otro. Lacan ejemplifica esto con una frase del poema de Victor Hugo:

 

“Su gavilla no era avara ni odiosa”

“Su gavilla no era avara ni tenía odio”

“Su gavilla no era nunca ni avara ni rencorosa”3

 

Nos dice que se trata verdaderamente de una metáfora, la sustitución de una palabra por otra que viene a tomar su lugar en la cadena significante. De esta manera se puede apreciar cómo, en ese instante creador que produce la metáfora, Boz es sustituido y anulado literalmente por la gavilla. La gavilla no es comparada sino identificada a Boz, ya que se le atribuyen propiedades del mismo, es decir su ausencia de avaricia y de odio, propiedades que no encontraremos nunca en una gavilla. 

 

Esto supone una similitud debido a la posición. Es decir, que la gavilla se puede identificar a Boz en su falta de avaricia y en su generosidad, por el hecho de que es el sujeto de avara y odiosa. Así entonces por la similitud de posición es por lo que se puede hablar de una identificación entre Boz y la gavilla. 

 

Esta frase del poema señala muy bien cómo la metáfora viene al punto justo en donde el sentido se produce en el sinsentido4 . La significación desanuda el significante de lo que serian sus conexiones lexicales y justamente es éste el rasgo ambiguo del significante y el significado. Precisamente, si no hubiera distancia entre el sujeto Boz y sus propiedades, la gavilla no podría ser avara ni rencorosa. Esto nos muestra que el significante posee un orden decisivo, primordial, tiene una sintaxis; lo cual da pie a que a que el sujeto sea mantenido separado, diferente a sus cualidades. 

 

Siguiendo la lógica, Lacan explica que en esta operación hay un significante que queda oculto, en este caso sería Boz, el cual sigue presente por la conexión metonimica con el resto de la cadena. La gavilla ha tomado el lugar de Boz, por lo tanto éste no puede regresar a él ya que la palabra su que encontramos en la frase sobre la gavilla, queda como una barrera más para unirlo a ese retorno con un título de posesión que lo dejaría en el seno de la avaricia y del odio5

 

Pero si ha desaparecido Boz con su don, es para resurgir en el punto en donde él mismo queda sorprendido. En el poema encontramos un sueño que anuncia la paternidad que se ha llevado acabo, podríamos decir, como obra y gracia del espíritu santo. 

 

Y este sueño era tal sueño que Boz vio una encina 

Que, saliendo de su vientre, llegaba hasta el cielo azul;

Una raza allí subía como una larga cadena;

Abajo un rey cantaba, arriba un Dios moría6. 

(El rey y Dios, son David y Jesucristo)

 

Boz, de barba plateada, pasados los ochenta y sin mujer no entiende cómo es que será padre. Justamente es sobre esto de lo que trata el poema, de la cuestión de la paternidad. Entre el significado del nombre propio de un hombre y el que lo cancela metafóricamente es en donde se produce la chispa poética, aquí tanto más eficaz para realizar la significación de la paternidad cuanto que reproduce el acontecimiento mítico en el que Freud reconstruyó la andadura, en el inconsciente de todo hombre, del misterio paterno7 .

 

Boz se mantiene pero ha quedado oculto a pesar de haber sido sustituido por la gavilla. Por eso, entre lo que se ha anulado y eso que lo anula, aparece una nueva dimensión, nos dice Lacan, la dimensión de la paternidad. Y en última instancia, esta cuestión nos lleva a mencionar un elemento más en el poema que permite entender algo de ese callejón sin salida en el cual se encuentra Juanito. Este elemento es la referencia a la hoz del último verso:

 

Inmóvil, abriendo a medias los ojos bajo sus velos,

Qué Dios, qué segador del estío eterno,

Yéndose, habría tirado con negligencia

Aquella hoz de oro en el campo de las estrellas8. 

 

Una hoz es una herramienta de forma curva como una media luna, que se comenzó a utilizar en el período Neolítico  principalmente para segar los campos de trigo. Con una mano se cogía la gavilla de trigo y con la otra la hoz para cortarlo. 

 

Lacan toma este elemento para señalar, entre otras cuestiones, el complejo de castración y explica que no hay una salida por el lado de la hoz para Juanito, nada que venga a metaforizar sus relaciones con su madre, porque no hay padre y este es el impasse en el cual se encuentra9

Notes

1. Lacan, J. (2007) Escritos 1. Pg. 472 y 473.

2. Lacan, J. (2013) Seminario IV. Clase XXII. Pg. 378 y 379. 

3. Hugo, Victor (1994) La leyenda de los siglos. Pg. 102.

4. Lacan, Jaques (2007) Escritos 1. Pg. 475. 

5. Lacan, Jaques (2007) Escritos 1. Pg. 475. 

6. Hugo, Victor (1994) La leyenda de los siglos. Pg. 104.

7. Lacan, J. (2007) Escritos 1. Pg. 475. 

8. Hugo, Victor (1994) La leyenda de los siglos. Pg. 106.

9. Lacan, J. (2013) Seminario IV. Clase XXII. Pg. 382.

 

 

Bibliografia

  • Hugo, Victor (1994) La leyenda de los siglos. Ediciones Cátedra. Madrid España.
  • Lacan, Jaques (2013) Seminario IV. La relación de objeto. 1ed, 12va reimp. Paidós, Buenos Aires, Argentina
  • Lacan, Jaques (2015) Seminario III. Las psicosis. 1ed, 24va reimp. Paidós. Buenos Aires, Argentina.
  • Lacan, Jaques (2007) Escritos 1. 2a ed. Siglo XXI Editores Argentina. Buenos Aires, Argentina. 
Regina Menéndez de la Riva

Referencia a La instancia de la letra o la razón según Freud. 

NODVS XLVII, setembre de 2016

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