Una experiencia de lectura sobre La angustia no es sin objeto
Intervención presentada en el encuentro Leer un aforismo… lacaniano. 20 de Octubre de 2022 en la Sección Clínica de Barcelona.
El presente trabajo trata de dar cuenta de una experiencia de investigación sobre la lectura del aforismo lacaniano La angustia no es sin objeto. Tal investigación sobre la angustia se orienta a partir del interés de la autora vinculado a su recorrido analítico, a su práctica y, a su formación. La angustia es tomada como brújula, pues cuando aparece se sabe que algo de lo más íntimo ha sido tocado.
El encuentro Leer un aforismo… lacaniano se enmarca en torno al libro Aforismos lacanianos. Una introducción al psicoanálisis, que reúne una serie de conferencias realizadas por distintos psicoanalistas en el ciclo de conferencias de la Sección Clínica de Barcelona Aforismos lacanianos.
Aforismo, experiencia, angustia, objeto a, real, brújula.
Me gustaría decir, a modo de introducción, que la elección del capítulo La angustia no es sin objeto de Josep Maria Panés para hacer esta breve presentación, se ha dado para mí de una manera rápida, de carácter prácticamente instantáneo, pues, las preguntas han aparecido más tarde. Podría decir, incluso, que la elección ha sido entre el instante de ver y el momento de concluir y que el tiempo de comprender ha empezado a posteriori. Justamente por ello, no es una elección casual.
Por otro lado, escribir el texto no ha sido sin dificultades. Para ello, he tenido que preguntarme en más de una ocasión qué es lo que me convoca, qué es lo que me ha hecho leer este capítulo del libro de una manera diferente, quizás más alerta, más despierta, más viva. Creo que esa es, justamente, mi experiencia de lectura: pasar de leer sobre la angustia como afecto y como concepto, a hacer de su lectura una experiencia propia. Una experiencia de saber y no saber.
Si el tema me convoca es porque, de alguna manera, la cuestión de la angustia toca algo de mi recorrido analítico, de mi práctica y, por supuesto, de mi formación, teniendo para mí en muchas ocasiones la función de brújula; Cuando la angustia aparece, sabes que algo de lo más íntimo está tocado.
Así pues, leer el capítulo con una disponibilidad especial me ha permitido, no tanto obtener respuestas, sino abrir preguntas nuevas o quizás, más bien, elaborar algunas preguntas que ya estaban pero ni yo misma conocía.
Como dice Gustavo Dessal en el prólogo del libro, “Cada aforismo es la oportunidad de capturar una o más piezas esenciales de la obra lacaniana…”1. En mi caso, la pieza esencial ha sido la cuestión del objeto, concretamente del objeto a. El objeto a como una cuestión que, durante mi recorrido formativo, ha tomado una forma enigmática, por ser un objeto que no es como los otros, que tiene un estatuto distinto.
Hablo de este como una cuestión enigmática, por un lado, porque ha habido momentos en mi formación de creer captar algo de lo que se trata y otros muchos en que ese algo se escapa, se escabulle, resultando para mí un concepto opaco, incluso, a veces, un sin sentido. Y ya lo define así Josep Maria Panés en el capítulo, cuando se refiere al objeto a como “un objeto que se escabulle, que, como la angustia, escapa de la red de los significantes. Un objeto que se hace presente, sin hacerse visible, sin aparecer en el campo de lo visual, cuando surge la angustia”2.
Por otro lado, es enigmático porque abre preguntas. De hecho, cada vez que creo comprender algo, se abren nuevas cuestiones que, a la vez, me permitirán seguir trabajando. Son cuestiones que como ya he introducido, giran en torno a la articulación entre la angustia y el objeto.
A mi parecer, este capítulo del libro nos permite ver claramente una transición de Freud a Lacan y también del mismo Lacan en relación a esta cuestión. Pasar de La angustia es sin objeto, que Lacan retoma de la teoría de Freud en el Seminario 4: La relación de objeto, a La angustia no es sin objeto del Seminario 10: La angustia, introduce ya una interrogante para mí, a la vez que supone una oportunidad para recorrer Lacan a través de su lectura y dejarse orientar por ella, aunque por momentos, también desorientarse, no poco.
Entonces, ¿qué quiere decir Lacan en el Seminario 10 cuando afirma que La angustia no es sin objeto?
Como dice Lidia Ramírez cuando cita a Lacan en el capítulo del libro que trata el aforismo La angustia es lo que no engaña: “La respuesta de Lacan ante el enigma que le representa la angustia es una invención, inventa el objeto a, al que llama ‘el objeto de los objetos’”3.
Antes de llegar a ello, en el Seminario 4, Lacan introduce la cuestión de la fobia, tomándola como la respuesta al encuentro con una situación angustiante y que produciría un objeto que vendría al lugar del sin objeto de la angustia. Sin embargo, parece que la fobia no es suficiente, no hace desaparecer la angustia, ya que siempre queda un resto. Justamente es este resto lo que elevará a la categoría de objeto, nombrándolo objeto a, en el Seminario La angustia.
Entonces, si no se trata de los objetos freudianos, ni tampoco de la mirada y la voz que incluye Lacan en la lista de los objetos de la pulsión, ¿qué clase de objeto da lugar al objeto a? Es esto lo que, a mi parecer, intenta precisar Lacan, “poniendo el acento en los límites de lo simbólico y promoviendo la dimensión de lo real”4.
Creo entender, además, que la invención del objeto a marca, de alguna manera, un cambio de paradigma en la teoría de Lacan, dejando a un lado la dimensión del sentido, para dar paso a lo real.
Para concluir, me gustaría volver al inicio de la presentación, cuando he mencionado algo de lo que me convoca sobre el tema. A partir de lo que he podido o creído captar sobre la articulación entre la angustia y el objeto a en esta lectura, tendré que ver qué efectos tiene todo ello en mi recorrido analítico, en mi práctica y mi formación. Como he comentado, la angustia ha tenido en muchas ocasiones la función de brújula para mí. Tal vez, la cuestión del objeto a pueda ser otra brújula para continuar adentrándome en la lectura de Lacan.
1. Dessal, G. “Prólogo”, en Aforismos lacanianos: Una introducción al psicoanálisis. Ned Ediciones, Barcelona, 2022, p.11.
2. Panés, J.M. “La angustia no es sin objeto”, op. cit., p. 92.
3. Ramírez, L. “La angustia es el afecto que no engaña”, op. cit., p. 75. (Ver Lacan, J., El Seminario 10, La Angustia, Paidós, Buenos Aires, 2006, p.232.)
4. Panés, J.M., “La angustia no es sin objeto”, op. cit., p. 92.
Una experiencia de lectura sobre La angustia no es sin objeto
NODVS LXVI, març de 2023