"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de febrero de 2006

Reseña del comentario de Elvira Guilañá del capítulo IX, "La feroz ignorancia de Yahvé" de El Reverso del Psicoanálisis realizado en el S.C.F. de Barcelona de febrero de 2006

  • Publicado en NODVS XVIII, setembre de 2006

Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2005-2006
El reverso del psicoanálisis
Jacques Lacan

La interpretación no existe

Elvira Guilañá destacó la pregunta por la necesidad freudiana de Moisés y de la muerte del padre como un asesinato, en el capítulo IX de este Seminario. A la vez, el carácter de formaciones del inconsciente de estas formulaciones, es decir, a descifrar. Ellas sorprendieron a la misma comunidad analítica, captando las apariciones del goce en el paganismo, cernido en las leyes de la palabra, y revelando como semblantes a los ideales freudianos sobre la ciencia.

Mientras Freud pone al psicoanálisis al servicio del padre y la figura del gran hombre para salvar al padre de familia, Lacan formula el discurso del Amo, donde el monoteísmo traduce al significante amo. Edipo, Tótem y Tabú y Moisés son defensas ante la figura del padre castrado, construcciones antiguas sobre el padre, que velan su estructura. Tres mitos inconsistentes que permiten a Lacan deducir la función paterna: más que prohibir, el padre ha de señalar el camino. Es la apuesta por el sí, la ley viva en la que el padre se apoya aunque la transgreda, humanizándola para servirse de ella. El deseo será así portador de promesas más allá de la creencia del padre.

Si bien Freud bucea en las producciones de las universidades laicas, contemporáneas suyas, sobre la Biblia, busca allí lo que no está escrito, se interesa en la construcción de la historia por sus efectos, con representación en el inconsciente. Lacan destaca allí la exégesis, método de interpretación, donde las interpretaciones no se contradicen, sino que degradan la interpretación única. Así el pueblo judío, que por la letra se distancia de su palabra, tiene en el libro la historia y no el mito. En este capítulo se ve que las interpretaciones se suman ante la falta de palabras, en el intervalo entre la letra y la palabra, porque no hay conflicto y sí hay distancia entre la interpretación de la letra y la hermenéutica. La referencia de Liza Dudelzak a las setenta caras de la Torá evocó aquí los sistemas de interpretación de un texto sin vocales ni puntuación, que cambia según se lee, donde resulta que el nombre de Dios se representa con la misma letra que hace la diferencia entre las dos palabras que nombran al hombre y la mujer (fonéticamente: ish, ishá)

La ignorancia de Yahvé se fundaba en un saber sexual para ser padre en lo real y que es preciso ignorar. Pasión de ignorancia pero feroz, de lo que era el régimen del goce en el "antes de". El antiguo testamente es así el paradigma de la constitución del discurso del Amo.

La neutralidad del analista es paradójica porque no tiene esta pasión feroz pero se diferencia del budismo, que recomienda la purificación respecto a las tres pasiones -que son amor, odio e ignorancia- en el rechazo de lo que se sabe y en abstenerse de actuar. El analista está mas cerca de la figura del vacío mediador, que no es neutro. Su neutralidad está determinada por su posición de objeto causa, agente en el discurso del analista, que no participa de esas tres pasiones, las cuales fueron articuladas ya en el Seminario II, en relación a lo real, lo simbólico y lo imaginario.

De la polaridad entre el discurso del Amo y el del Analista se produce el lugar del analista como objeto a, en suspenso, donde no se trata de que ignore lo que sabe sino de que ponga en funcionamiento el deseo de saber.

Situado en la pasión de la ignorancia, el analista rotaría hacia el discurso del Amo, ignorancia del deseo de saber que apunta a lo que la ciencia excluye: la verdad. Se tratará de adquirir las maneras de dirigirnos al Otro en su diversas formas, en lugar de hacer el muerto.

Rosalba Zaidel

"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de febrero de 2006

NODVS XVIII, setembre de 2006

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