Referencia de la Clase XI del Seminario XX de Jacques Lacan: Bateson

Referencia correspondiente a la clase 11 del seminario "Aún" de Lacan, presentada en el SCFB de junio de 2009

  • Publicado en NODVS XXIX, juliol de 2009

Resum

Comenzando por una ubicación contextual de la figura de Gregory Bateson y por un desarrollo de su Teoría del Doble Vínculo de 1956; este escrito continúa su exposición con la crítica de Lacan, en el Seminario de “Las Formaciones del Inconciente”, a la explicación  de Bateson acerca de la génesis del trastorno psicótico.

Finaliza el autor tomando la referencia de la clase 11 del Seminario “Aún” sobre los conceptos de inconciente y “metálogos” utilizados por  Bateson y la crítica de J. Lacan a los mismos.

 

Paraules clau

Bateson, Teoría del Doble Vínculo, paradojas de comunicación, inconciente, metálogos

La última clase del seminario Aun no es la primera vez que Lacan se refiere al trabajo de Bateson. Lo había hecho ya, en 1958, en razón de la conceptualización más conocida de este autor: la teoría del Doble Vínculo, a propósito de la que dirá, entre otras cosas que "incluso en Norteamérica, se está progresando enormemente."1

Quién fue Bateson?

Hijo del biólogo inglés William Bateson, quien acuñó el término "genética"; Gregory nació en 1904 en Inglaterra y murió en 1980, en Estados Unidos; donde desarrolló su trayectoria científica. Este contemporáneo de Lacan, fue antropólogo, biólogo y filósofo. Realizó estudios de lingüística, psiquiatría y cibernética. A principios de los años 50' fundó, junto a un grupo de investigadores de diferentes disciplinas (Jackson, Watzlawick y otros), el Instituto de Investigación Mental (MRI) en Palo Alto, California.

Enmarcados en el paradigma del procesamiento de información, que iba volviéndose predominante en Estados Unidos en aquellos años; sus principales referentes fueron: la cibernética de Ashby; la teoría general de los sistemas de Von Bertalanffy; el Wittgenstein de los '50 y los desarrollos de Peirce y Carnap en pragmática de la comunicación, centrados en la tríada emisor-signo-receptor.

Con este marco, Bateson trabajó el concepto de causalidad lineal, que según él, rige al psicoanálisis. Dirá que es este modelo causal el que lleva a preguntar el por qué de los fenómenos, apuntando claramente al pasado. Son los "derroteros monádicos hacia el pasado"2. Tiene en común con Lacan el criticar duramente al psicoanálisis americano de su época, al que considera como "monádico" en el sentido de que su objeto es un individuo, mónada independiente de su contexto. Bateson por su parte, tomará como objeto lo que llama la relación y sus propiedades. Así, situará la patología no en la "psique monádica del paciente", sino en los "enredos que resultan de las trampas de definiciones de relación contradictorias"3.

Propuso lo que denominó una perspectiva antropológica circular. Introdujo en psiquiatría la concepción sistémica de la comunicación, estudió sus efectos pragmáticos y sus perturbaciones. Aplicó conceptos de la cibernética al estudio de la comunicación humana, trabajando la distinción de los niveles digital y analógico. El lenguaje verbal es digital, es decir, tiene dos posibilidades extremas de codificación: "sí" y "no". El lenguaje no-verbal, de acciones, gestos, es analógico, no se constriñe al sí y al no como posibilidades únicas, de hecho, cae en dificultades al intentar traducirlas. Es en la brecha entre estos dos niveles, donde Bateson alojará las dificultades que se producen en la interacción humana y sostendrá no que esta brecha es irreductible, estructural diríamos; sino que puede detectarse y corregirse con las intervenciones apropiadas.

El punto culminante de estos desarrollos fue la elaboración y publicación, junto con Jackson de la Teoría del Doble Vínculo (double bind) en 1956; que pretende explicar la esquizofrenia desde las llamadas paradojas de la comunicación.

De ahí que en 1958, en el seminario sobre "Las formaciones del Inconciente", en una clase sobre la forclusión del nombre del padre; Lacan comente el concepto de Doble Vínculo propuesto por Bateson, en estos términos:

"Bateson trata de situar (…) la génesis del trastorno psicótico en algo (…) discordante, desgarrador, en las relaciones del niño con la madre. (…) Se trata de algo que concierne al Otro, y el sujeto lo recibe de tal forma que, si responde en un punto, sabe que, por este mismo motivo, se encontrará acorralado en el otro punto. (…) Hay dos mensajes simultáneos en la misma emisión de significación, lo cual crea en el sujeto una posición tal que se encuentra en un callejón sin salida. (…) posición profundamente desgarrada, en falso, frente a lo que el mensaje tiene para él de constituyente"4.

La crítica de Lacan se apoya en sus conceptualizaciones según las cuales, en la psicosis, la significación no es tanto que sea paradójica, como que no ha llegado a ser constituyente para el sujeto, merced al rechazo del significante primordial del Nombre-del-Padre. Dice Lacan: "(…) no tan sólo la experiencia impresa de los callejones sin salida de las significaciones, sino la falta de algo que funda la propia significación (...)"5.

De las conceptualizaciones batesonianas, surge una clínica dirigida a corregir las perturbaciones de la comunicación. El ideal que sustenta esta clínica, como dice Watzlawick es: "naturalmente, una sistematización de la pragmática tan amplia, que a partir de ella se pudiera desarrollar una gramática o un cálculo de las relaciones humanas"6. Vemos cómo el ideal es el de arribar a un sistema de reglas, tal una gramática; que eliminaría el malentendido. En el fondo, para ellos se trata de hacer existir la comunicación. Esto no les impidió sin embargo vislumbrar algo de la imposibilidad que supone este punto. Dicen, "el mayor obstáculo es que carecemos de un lenguaje para expresar y describir fenómenos metacomunicativos. Hay sólo un lenguaje, tanto para comunicaciones como para metacomunicaciones."7

15 años después, en el seminario Aun, Lacan critica lo "pobre" de la idea de inconciente que maneja Bateson, así como el invento batesoniano de los "metálogos".

Bateson no teorizó sobre el inconciente. De allí que cuando se refiere a algo como el inconciente, no siempre está hablando de lo mismo. No es un concepto que tenga un estatuto claro y definido en sus elaboraciones. Así, por momentos habla de "los supuestos como si, no demostrados e indemostrables; que rigen nuestra vida cotidiana"8. En otro registro, se refiere a los contenidos inconcientes como aquello que no está en el foco de atención en un momento determinado, pero es susceptible de devenir conciente. En otro lugar habla de "las premisas inconcientes que subyacen a los hábitos de comunicación"9.

Entonces, podemos pensar que la crítica de Lacan a la pobreza del concepto de inconciente con el que trabaja Bateson se dirige, por un lado, a la falta de rigurosidad del mismo. Pero fundamentalmente podemos considerar que lo más fuerte de esta crítica apunta al borramiento por parte de este autor de toda la dimensión pulsional del inconciente. La cuestión es reducida al nivel de premisas comunicacionales inconcientes, pero susceptibles de conciencia que determinan las perturbaciones mentales. La cuestión de la satisfacción queda completamente elidida.

Metálogos.

Se trata de una obra de Bateson, de 1969; cuyo título proviene de la condensación entre las palabras metacomunicación y diálogos. Se refiere a una serie de "diálogos metacomunicacionales" entablados de forma hipotética entre Bateson y su hija de 10 años. Se trata, según él, de comunicaciones sobre cómo nos comunicamos. Al mismo tiempo que se tocan temas epistemológicos provenientes principalmente de los trabajos desarrollados por el autor dentro de la teoría de sistemas, se discute sobre las reglas mismas de esta interacción dialogal o juego comunicativo, como él lo denomina.

Bateson define un metálogo como una conversación sobre un sujeto problemático. De hecho, el título de cada metálogo está enunciado en forma de pregunta. Y la estructura de todos ellos es idéntica: el metálogo arranca con la pregunta que le da título, que Bateson localiza como formulada por su hija y dirigida a él. Esta conversación debe ser tal que los participantes no sólo discutan sobre el problema. La estructura de la conversación como un todo es también relevante al mismo sujeto problemático.

Ejemplos de metálogos batesonianos son: Por qué se desordenan las cosas? Qué es el arte? Qué es un instinto? Por qué los franceses? Por qué un cisne? Por qué las cosas tienen contornos?.

Al leerlos se tiene la impresión de que su importancia no radica tanto en esta interacción dialogal, sino en que se trata de un artificio que inventa este autor para dirigirse a la comunidad científica en su conjunto, como un interlocutor al que interpelar y hasta ridiculizar merced a atribuirle la supuesta candidez de una niña.

Por ejemplo, tomando un fragmento del metálogo "Qué es un instinto?"10:

"Hija:
Papá, ¿qué es un instinto?
Padre:
Un instinto, querida, es un principio explicativo.
Hija:
¿Pero qué explica?
Padre:
Todo… casi absolutamente todo. Cualquier cosa que quieras explicar.
Hija:
No seas tonto: no explica la gravedad.
Padre:
No, pero eso es porque nadie quiere que el "instinto" explique la gravedad. Si lo quisieran, lo explicaría. Podríamos decir que la luna tiene un instinto cuya fuerza varía inversamente al cuadrado de la distancia…
Hija:
Pero eso no tiene sentido, papá.
Padre:
Claro que no, pero fuiste tú la que mencionó el instinto, no yo.
Hija:
Está bien… ¿pero qué es lo que explica la gravedad?
Padre:
Nada querida, porque la gravedad es un principio explicativo.
Hija:
¡Oh! …¿Quieres decir que no se puede usar un principio explicativo para explicar otro? ¿Nunca?
Padre:
Humm… casi nunca. Eso es lo que Newton quería decir cuando dijo: "Hipótesis non fingo".
Hija:
¿Y qué significa eso, por favor?(…)
Hija:
Papá, entonces ¿un principio explicativo es lo mismo que una hipótesis?
Padre:
Casi, pero no del todo. Verás: una hipótesis trata de explicar algo particular, pero un principio explicativo - como la gravedad o el instinto - no explica nada. Es una especie de acuerdo convencional entre los científicos para no pasar más allá de cierto punto en su intento de explicar las cosas."

 

Para quienes estudian la obra de Bateso11, este metálogo desmitifica algunas afirmaciones de lo que se llamaría ciencia superficial. Un instinto no es un hecho, es sólo un principio explicativo, una caja negra. Las hipótesis son fabricadas, no existen en la realidad y se construyen acerca de las cosas sencillas sobre las que los científicos creen poder ser objetivos. Así, el instinto acaba siendo un rótulo que pretende explicar el espectro, anatomía-fisiología-desarrollo-aprendizaje-comportamiento.

Notes

  1. Lacan, J.; "El seminario de Jacques Lacan. Las formaciones del Inconciente"; Ed. Paidós; Buenos Aires; 1999
  2. Watzlawick, P.; "La coleta del barón de Münchhausen"; Ed. Herder; Barcelona; 1992
  3. Op. Cit.
  4. Op. Cit.; pp 148-149
  5. Op. Cit.; pag 149
  6. Watzlawick P., "La coleta del barón de Münchhausen"; Ed. Herder; Barcelona; 1992
  7. Op. Cit.
  8. Op. Cit.
  9. Bateson, G. y Ruesch, J.; "Comunicación. La matriz social de la psiquiatría"; Ed. Paidós; Barcelona; 1984
  10. Bateson, G.; "Metálogos";Editorial Tiempo Contemporáneo; Buenos Aires; 1969
  11. Alicia Lozano Mascarúa; "Reseñas: Bateson Gregory. Metálogos" en www.anuies.mx

Bibliografia

Bateson, G. y Ruesch, J.; "Comunicación. La matriz social de la psiquiatría"; Ed. Paidós; Barcelona; 1984

Bateson, G.; "Metálogos";Editorial Tiempo Contemporáneo; Buenos Aires; 1969

Lacan, J.; "El seminario de Jacques Lacan. Las formaciones del Inconciente"; Ed. Paidós; Buenos Aires; 1999

Lozano Mascarúa, A.; "Reseñas: Bateson Gregory. Metálogos" en www.anuies.mx

Watzlawick, P.; "La coleta del barón de Münchhausen"; Ed. Herder; Barcelona; 1992  

Laura Lorenzón

Referencia de la Clase XI del Seminario XX de Jacques Lacan: Bateson

NODVS XXIX, juliol de 2009

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