Nacer de un malentendido

Trabajo presentado en el marco del Grupo de Investigación El niño y el adolescente en el discurso analítico, curso 2021-2022

  • Publicado en NODVS LXV, novembre de 2022

Resum

En nuestra época contemporánea, hay una inconsistencia de la familia posmoderna respecto de lo simbólico (caída del Nombre del Padre) y una presencia imperativa del goce, donde los objetos tecnológicos, objetos plus-de-gozar, han adquirido autoridad y gobiernan todas las formas del ideal. Es una civilización que sitúa el goce en el centro y las familias siguen esta misma lógica y se vinculan a través de él. Esta relación es directa y no está mediatizada por lo simbólico.



Paraules clau

Familia, padres exasperados, niños terribles, goce, malentendido, una-equivocación

Siguiendo a Lacan, en su última enseñanza, podemos afirmar no hay relación sexual o la relación sexual no existe. Una de las posibles lecturas a estos axiomas podría ser que el parlêtre (ser hablante que es correlativo de la noción de sinthome), ya sea en un cuerpo de hombre o de mujer, si bien entre ellos puede haber copulación, coito sexual, esto no quita que cada uno de ellos, con lo que se relaciona es con su objeto a (como causa de deseo y como objeto plus-de-goce). La relación es siempre al Uno de cada uno.

Podemos preguntarnos, ¿qué pasa cuando de ese encuentro se engendra un hijo? La respuesta que inmediatamente se me presenta es la que da título a este texto: Nacer de un malentendido. A continuación, tomaré las siguientes citas para intentar articularlo: “El anuncio del nacimiento es ese balbuceo en el que se aloja el goce, mal-entendido de estructura”1; “la familia es en gran medida un modo de suplencia frente a la inexistencia de la relación sexual. Si la familia está constituida en torno de este agujero central, no tiene que extrañarnos que las crisis existan siempre…”2. “Así, las figuras del padre y de la madre no corresponden a una realidad natural biológica, a los genitores, sino al mito libidinal necesario construido frente a lo imposible -el agujero del traumatismo del nacimiento- relativo al origen del parlêtre3. Intentemos dialectizarlo en nuestra época actual.

Siguiendo el texto de Daniel Roy4, la familia actual es una nueva respuesta al enigma de la transmisión. En nuestra época contemporánea, hay una inconsistencia de la familia posmoderna respecto de lo simbólico (caída del NP) y una presencia imperativa del goce, donde los objetos tecnológicos, objetos plus-de-gozar, han adquirido autoridad y gobiernan todas las formas del ideal. Es una civilización que sitúa el goce en el centro y las familias siguen esta misma lógica y se vinculan a través de él. Esta relación es directa y no está mediatizada por lo simbólico (por ejemplo, desde la evaluación médica, este exceso en los cuerpos es asociado a un déficit: TDAH).

En la actualidad, para los padres, los hijos pasan a sostener los ideales familiares en la división que va, podríamos decir, de los extremos del “niño-perfecto” (niño-falo prometido por el ideal) al “niño-terrible” (niño objeto, ser de goce). Si esta división no está soportada por un decir singular -el de los padres- se proyecta sobre el niño y este se acaba convirtiendo en un condensador de goce de la estructura familiar.

Lacan en El malentendido (1980), habla del malentendido relacionado con el goce… ese real irreductible entre padres e hijos que los une y los separa, “en un punto de eso no se habla”5, presente en cada familia.

Daniel Roy explica la familia residual actual como la intersección de dos conjuntos (el de los padres, ambos hablantes, y el de los hijos) que está constituida por lo que tienen en común: el malentendido y el balbuceo sobre el goce de los cuerpos, transmitido, en el mejor de los casos, por la vía de deseos encarnados (relación con un deseo que no sea anónimo).

Según Miller, la familia tiene su origen en el malentendido, en el desencuentro, en la decepción, en el abuso sexual o en el crimen6. La familia está formada por el Nombre del Padre, el Deseo Materno y por los objetos a. Y está esencialmente unida por un secreto, por un no-dicho que siempre es un secreto sobre el goce: de qué gozan el padre y la madre. Señala: “En la familia, el goce está prohibido y se propone un goce sustitutivo, el gozar de la castración, es decir gozar del robo mismo del goce. Cuando el paciente habla de la familia, habla por tanto del encuentro con el goce, de los medios de gozar, de la pérdida de goce, de la sustitución de un goce perdido; por ello se ha podido pensar la fórmula de cada sujeto a partir de sus relaciones en la familia, porque esas fórmulas traducen la manera en que se ha perdido el goce y la manera en que se ha sustituido por otro”7.

En palabras de Miquel Bassols, “El goce femenino, implícito de múltiples maneras en las siglas DM que cifran en aquella fórmula el Deseo de la Madre, hunde las raíces de este deseo materno en un campo que está siempre más allá, o más acá, del goce fálico. Es el campo del goce femenino, el goce del Otro, que anida en toda unidad familiar”8.

El secreto de la pareja familiar vela siempre el héteros del goce femenino.

Siguiendo a Miller en el prefacio del libro de Hélène Bonnaud El Inconsciente del niño, se trata de la posibilidad que el niño descifre las coordenadas del lugar que ocupa para sus padres como causa de deseo y como “desecho de sus goces”9.

Desde el psicoanálisis siempre se ha pensado a la familia en relación con lo sintomático; en  este punto es importante pensar al síntoma como respuesta, como modo de suplencia o de “anudamiento entre real, simbólico e imaginario, y por ende una forma fundamental de respuesta a la inexistencia de la relación sexual”10.

En palabras de Ernesto Sinatra, Lacan terminó “cargando sobre la familia la transmisión del malentendido fundamental del lenguaje que impone lalengua en cada uno: la creencia en que podríamos ser dueños de nuestras palabras, cuando estamos destinados a producir las de nuestra familia, que nos habla”11.

Podemos afirmar que el niño terrible no tiene lugar como causa de deseo y permanece como causa de goce; lugar que puede tomar el niño como objeto a en el fantasma de cada uno de sus padres.

La familia es en sí misma un modo de tratamiento del goce de los cuerpos hablantes que la componen y que no responden a ningún ideal sino más bien a una religión privada de la cual no sabemos nada. Como indica Bassols, “...cada ser hablante es siervo del secreto del goce -extrañamente- familiar que un análisis ayuda a descifrar”12.

Entonces, ¿cómo pensar nuestra intervención?

La orientación sería ubicarse desde la lógica del no-todo (“Ese no-todo, señala un goce más allá del falo, un malentendido entre los sexos más allá del Edipo, señala que la relación sexual no existe, es el lapsus estructural del nudo a reparar sinthomáticamente13). Por ejemplo, cuando recibimos un caso, tenemos que aprender la lengua que allí se habla, su gramática, su vocabulario. Se trataría de descompactar “la familia holofrase”14.

Se trata de pasar de una clínica del síntoma, como articulación significante del secreto familiar, hacia una clínica del sinthome como forma singular del goce en el ser hablante15. Clínica del parlêtre, en la que tratamos al cuerpo hablante afectado por el goce de lalengua. En cada estructura clínica se tienen en cuenta dos vertientes diferentes: la vertiente de las identificaciones familiares y la vertiente de los acontecimientos de cuerpo que funcionan fuera de la identificación con el Padre.

Volvamos a Miller, quien nos recuerda a Lacan como el único que tiene en cuenta el lugar del objeto a, como causa de deseo y como plus-de-gozar, pero también como consistencia lógica, como un real que proviene de lo simbólico. Miller nos orienta a seguir un punto de vista “pragmático bricolador”16: buscando con los sujetos los S1 que ayudan a volver legible el goce y podrían ayudar a hacer legible la historia, teniendo en cuenta la economía de goce propia de cada familia.

Lacan en El Seminarioveinticuatro, amplía el concepto de inconsciente freudiano introduciendo el término una-equivocación17 (evento contingente, sucede en un instante, un tropiezo, un traspié, un deslizamiento de una palabra a otra). La una-equivocación es un rasgo que Lacan equipara al rasgo unario. No hay rasgo común, excepto el de estar marcados por el rasgo de la una-equivocación.

El vínculo entre padres exasperados e hijos terribles es este rasgo de una-equivocación que  marca a cada familia.

Para concluir, cito nuevamente a M. Josefina Sota Fuentes (EBP, AMP): “Resta, inexorablemente, cualquiera sean las ficciones que sostengan el deseo que nos dio origen, el punto de real en cada uno como aborto que decae del desciframiento del deseo del Otro y resiste a las construcciones simbólicas e imaginarias que podrían responder al misterio de la vida. Dolor de existir en el imperio del lenguaje frente al cual solamente el goce huérfano del parlêtre le asegura su singular destino en el mundo. Es lo que finalmente le permite responsabilizarse por su goce sin atribuirle al Otro parental la culpa del estrago”18.

Notes

1. Roy, Daniel, “Padres exasperados – Niños terribles”. Texto de orientación Hacia la 7ª Jornada del Instituto Psicoanalítico del Niño. 2021. p. 3. Inédito en castellano. Disponible en: https://institut-enfant.fr/wp-content/uploads/2021/01/PARENTS_EXASPERES.pdf

2. Berenguer, Enric. El lugar de la familia en la actualidad, Virtualia Nº 15, 2006.

3. Sota, M.J. Las ficciones de familia y el goce huérfano, Lacan XXI Revista FAPOL OnLine. Volumen 2, 2016, p. 8.

4. Roy, Daniel. “Padres exasperados – Niños terribles”, op. cit.

5. Lacan, Jacques. El seminario, libro 27, El malentendido. 1980. Inédito. Disponible en: http://www.psicoanalisisinedito.com/2015/06/jacques-lacan-el-malentendido-

10061980.html),

6. Miller, Jacques-Alain, Cosas de familia en el inconsciente. Introducción a la clínica lacaniana. RBA, Barcelona, 2006.

7. Miller, Jacques-Alain, Cosas de familia en el inconsciente, op. cit., p. 344.

8. Bassols, Miquel,  Famulus, Lacan XXI Revista FAPOL OnLine. Volumen 2, 2016, p. 2.

9. Bonnaud, H. El inconsciente del niño. Gredos, Barcelona, 2017.

10. Berenguer, Enric,  El lugar de la familia en la actualidad, Virtualia Nº 15, 2006, p. 3.

11. Sinatra, E. Asuntos de familia: El Otro en Uno, en Lacan XXI Revista FAPOL OnLine. Volumen 2, 2016, p. 5. Disponible: http://www.lacan21.com/sitio/2016/10/25/asuntos-de-familia-el-otro-en-uno/

12. Bassols, Miquel, Famulus, op. cit., p. 2.

13. Mozzi, V. Enredos de familia… sus asuntos en la práctica, Lacan XXI Revista FAPOL OnLine. Volumen 2, 2016, p. 14.

14. Laurent, Eric,Institución del fantasma, fantasmas de la institución. Hay un fin de análisis para los niño. Colección Diva, Bs. As., 1999.

15. Bassols, Miquel, Famulus, op. cit.

16. Miller, Jacques-Alain. Piezas sueltas. Paidós, Buenos Aires., 2013, p. 109.

17. Lacan, Jacques. El Seminario, libro 24, L’insu que sait de l’une-bévue s’aile à mourre. Lección del 10 y 17 de mayo de 1977. Inédito.

18. Sota, M.J. Las ficciones de familia y el goce huérfano, Lacan XXI Revista FAPOL OnLine. Volumen 2, 2016, p. 8.

M. Laura Bueno

Nacer de un malentendido

NODVS LXV, novembre de 2022

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