¿Qué razones pueden llevan a consultar? Solemos definirlas en términos de síntoma, pero ¿qué se entiende por síntoma? Muchas veces, vemos que no hace falta que el síntoma esté muy localizado, e incluso puede tratarse de la estructuración sintomática de una vida, ¿De cuantos pacientes se puede decir que hay un síntoma a la entrada del tratamiento?. Lo que sí es preciso es que esté presente la división del sujeto, pero llamar “síntoma" a los signos de angustia es en un error porque esa división es índice de un síntoma ya transformado. El verdadero síntoma satisface, no pide nada a nadie, no lleva a nadie al analista. Para que un síntoma lleve a alguien a consultar es necesario que esté transformado, lo que hace que se exprese como queja, como sufrimiento. En suma, se necesita saber qué fue lo que turbó la armonía del sujeto y averiguar qué puso en dificultad la estrategia que, hasta entonces, le había servido para tapar la división.