Concepto de duelo en el texto freudiano “Duelo y melancolía” 

Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano de Barcelona, el 21 de marzo de 2015.

  • Publicado en NODVS XLV, juny de 2015

Resum

El presente artículo es una lectura sobre lo que Freud plantea acerca del duelo con relación a lo que Lacan trabaja en estos capítulos del seminario VI acerca de la tragedia del deseo en Hamlet. 

Para Freud el duelo es un trabajo para elaborar la pérdida de un objeto amado; Lacan en el seminario VI plantea una condición previa: el objeto ha de haberse constituido en tanto tal. Para ello es necesario haber hecho el duelo estructural, el duelo por el falo, la inscripción de la falta simbólica.

Paraules clau

Duelo, Trabajo del duelo, Duelo patológico, Melancolía, Hamlet.

En el seminario VI- El deseo y su interpretación-, en los últimos capítulos dedicados a Hamlet que trabajamos hoy, Lacan habla sobre el duelo y dice que tal vez Hamlet permita dar una articulación adicional en relación a lo planteado por Freud en “Duelo y melancolía”. 

En el inicio del capítulo XIX, plantea que “… la tragedia de Hamlet es la tragedia del deseo” y para analizarla es necesario tomar la problemática del duelo ya que “… de un extremo al otro de Hamlet, no se habla más que de duelo”. 

Veamos qué es lo que dice Freud del duelo.

 

Contextualización

“Duelo y melancolía” es uno de los textos metapsicológicos de Freud. Escrito en 1915 y publicado en 1917, durante la primera guerra mundial. 

Escrito solo un año después de “Introducción del narcisismo”, retoma algunos de los desarrollos allí planteados, en particular el concepto de narcisismo y de ideal del yo (en tanto instancia crítica), para explicar lo que ocurre en la melancolía.

Es necesario tener en cuenta que el texto se ubica dentro de la primera tópica freudiana y que Freud aún no ha introducido en la teoría algunos conceptos como pulsión de muerte y superyó. También más adelante en su obra introduce cambios en su teoría sobre las identificaciones, que aquí aún no dispone.

En “Duelo y melancolía” Freud compara los mecanismos subyacentes en ambos cuadros, mostrando sus analogías y diferencias. Partiendo del duelo como proceso normal estudia qué es lo que ocurre en la melancolía.

 

Concepto de duelo

Freud toma al duelo como un afecto normal. Lo plantea como “… la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc”. Es decir, el duelo como la reacción frente a la pérdida de un objeto.

Las características del duelo (que comparte con la melancolía) son: “una desazón profundamente dolida, una cancelación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de toda productividad”. La diferencia fundamental con la melancolía es que en el duelo no hay perturbación del amor propio.

Si bien el duelo puede traer “graves desviaciones de la conducta normal en la vida”, no se lo puede considerar un estado patológico. Claramente en el texto, Freud manifiesta que no es necesario “remitirlo al médico para su tratamiento” e introduce la noción de tiempo y la necesidad de un verdadero trabajo  para su elaboración.

“Confiamos en que pasado cierto tiempo se lo superará, y juzgamos inoportuno y aún dañino perturbarlo”.

Tras formular la pregunta “¿en qué consiste el trabajo que el duelo opera?”, Freud responde que, ante la pérdida del objeto amado es necesario quitar la libido del mismo. “El examen de realidad ha mostrado que el objeto ya no existe más, y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto”. Esto sólo puede hacerse “pieza por pieza con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido continúa en lo psíquico. Cada uno de los recuerdos y cada una de las expectativas en que la libido se anudaba al objeto son clausurados, sobreinvestidos y en ellos se consuma el desasimiento de la libido”. 

Es decir que “…se necesita tiempo para ejecutar detalle por detalle la orden que dimana del examen de realidad; y cumplido ese trabajo, el yo ha liberado su libido del objeto perdido”. “Una vez cumplido el trabajo del duelo el yo se vuelve otra vez libre y desinhibido”. 

Por lo tanto, en la situación del duelo normal, si bien el yo reconoce la pérdida en la realidad del objeto amado, el retiro de la libido no se produce de inmediato sino que requiere tiempo y trabajo. Precisamente el trabajo del duelo consiste en la retirada de la libido por partes, en una sucesión de varias operaciones que se realizan a lo largo del tiempo. Se trata de simbolizar la pérdida. El duelo es indispensable para, finalmente, poder asumir la pérdida.

 

Duelo patológico

Freud diferencia en el texto lo que ocurre en un duelo patológico en relación a las neurosis obsesivas. “La pérdida de un objeto de amor es una ocasión privilegiada para que campee y salga a la luz la ambivalencia de los vínculos de amor. Y por eso, cuando preexiste la disposición a la neurosis obsesiva, el conflicto de ambivalencia presta al duelo una conformación patológica y lo compele a exteriorizarse en la forma de unos autorreproches, a saber, que uno mismo es culpable de la pérdida del objeto de amor, vale decir, que la quiso”. 

 

¿Qué ocurre en la melancolía?

El desencadenante es similar al que se presenta en el duelo: la pérdida de un objeto amado. La fenomenología también concuerda aunque en la melancolía se añade algo que no está presente en el duelo: una “rebaja en el sentimiento de sí que se exterioriza en autorreproches y autodenigraciones y se extrema hasta una delirante expectativa de castigo”. 

Recordemos que Freud ubica la melancolía dentro de las llamadas afecciones narcisistas, es decir, dentro de las psicosis. En ellas, a diferencia de lo que introduce el trabajo del duelo, no es posible simbolizar la pérdida.

Resumidamente, Freud explica el proceso que se da en la melancolía de la siguiente manera: tras la pérdida del objeto, la libido libre no se desplaza a un nuevo objeto sino que se retira sobre el yo, identificándose éste (el yo) con el objeto perdido, por el mecanismo de la identificación regresiva. (Identificación narcisista con el objeto).

“Una parte del yo se contrapone a la otra, la aprecia críticamente, la toma por objeto” y se comporta (con ella) como una “conciencia moral”. Las autoacusaciones que el sujeto melancólico se infringe con ferocidad son en verdad reproches hacia el objeto perdido que ha sido reintegrado en el yo.

Si “en el duelo, el mundo se ha hecho pobre y vacío; en la melancolía, eso le ocurre al yo mismo”. En el duelo hay una pérdida en el objeto, en cambio en la melancolía hay una pérdida en su yo.

 

 Para finalizar

Si para Freud el duelo es la elaboración de la pérdida de un objeto amado, Lacan, en el seminario VI, plantea una condición previa, que el objeto se haya constituido en tanto tal. Para ello es necesario haber hecho el duelo estructural, el duelo por el falo, la inscripción de la falta simbólica. Esto no se produce en las psicosis.

Lacan plantea que la pérdida de un objeto produce un agujero en lo real. Y habla de la función que cumplen los ritos funerarios.

En la página 372 dice: “El trabajo del duelo se presenta ante todo como una satisfacción dada al desorden que se produce en virtud de la insuficiencia de todos los elementos significantes para afrontar el agujero en la existencia. Hay una absoluta puesta en juego de todo el sistema significante en torno al menor de los duelos”. 

Hamlet presenta serias dificultades para realizar el duelo por la muerte de su padre, entre otras cosas, porque no se respetaron los tiempos necesarios para la realización de los ritos fúnebres.

Bibliografia

Freud, S. (1917) Duelo y melancolía. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (1915) Pulsiones y destinos de pulsión. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (1921) Psicología de las masas y análisis del yo. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XVIII. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, S. (1923) El yo y el ello. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XIX. Buenos Aires: Amorrortu.

Lacan, J. (1958-59) El Seminario, libro 6, El deseo y su interpretación. Buenos Aires: Paidós. 

Casenave, L. (Septiembre 2010). El duelo en la época del empuje a la felicidad. Virtualia nº 21. En: http://virtualia.eol.org.ar/021/template.asp?Actualidad-del-lazo/El-duelo-en-la-epoca-del-empuje-a-la-felicidad.html

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Mazzuca, R. (Enero/ febrero 2006). Clínica psicoanalítica de la depresión y la melancolía. Virtualia nº 14. En: http://virtualia.eol.org.ar/014/default.asp?dossier/mazzuca.html

Sosa, J. (1995). Hamlet y Edipo. Freudiana, 15, pp. 111-122.

Mariela Roizner

Concepto de duelo en el texto freudiano “Duelo y melancolía” 

NODVS XLV, juny de 2015

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